En la actualidad existen diversas razas de perros los cuales están propensos a sufrir de displasia de cadera como el San Bernardo, Terranova, Pastor Alemán, Labrador, Golden Retriever, Rottweiler, Chow Chow, Bobtail, Bernés de la Montaña entre otros.
El término de displasia proviene de los términos griegos unidos “dys” y “plassein”, el primero indica trastorno o dificultad y el segundo deriva del verbo formar, Por lo tanto, etimológicamente podríamos definir la displasia de cadera como malformación de la cadera o formación defectuosa de la misma. La displasia es el desarrollo anormal de la articulación coxofemoral caracterizada por subluxación o luxación completa de la cabeza femoral en pacientes jóvenes y enfermedad articular degenerativa subsiguiente leve a intensa en adultos.
Se sabe que la displasia de cadera canina tiene un factor hereditario importante, además de factores medioambientales como alimentación, ejercicio, tipo de superficie donde camina, influencia endocrina, etc.
Los signos clínicos que frecuentemente observamos son resistencia a moverse y el cambio en la forma de desplazarse adquiriendo un movimiento tambaleante de las caderas o en marcha de pato , al momento de correr da saltos de conejo, muestra dolor al levantarse por lo que prefiere permanecer acostado y no realizar gran actividad física. Es muy importante tener en mente que esta signología se verá únicamente cuando la articulación de la cadera comience a presentar cambios osteoartrósicos, por lo que un perro que tenga un comportamiento y una marcha aparentemente normal, NO NECESARIAMENTE ESTÁ LIBRE DE DISPLASIA.
Por lo antes mencionado y para evitar que nuestros animales sufran nos interesa hacer especial hincapié en la realización de un estudio radiográfico de la cadera en los cachorros, el cual deberá realizarse entre los 6 y los 10 meses de edad siendo la edad ideal de 6 a 8 meses. Este procedimiento se lleva a cabo con la finalidad de diagnosticar precozmente la displasia de cadera, y de esta manera poder corregir de raíz el problema mediante un tratamiento quirúrgico (triple o doble osteotomía pélvica).
La razón por la que el paciente debe ser todavía un cachorro para poder realizar la “triple osteotomía pélvica” (cirugía correctora de la cadera), es que las líneas de crecimiento deben permanecer abiertas y lo ideal es que no haya cambios degenerativos osteoartrósicos, de esta manera podremos considerar que la cirugía tendrá un buen pronóstico.
La triple y doble osteotomía pélvica es el tratamiento quirúrgico de elección para aquellas caderas inestables en las que existe una hiperinclinación acetabular y como ya se mencionó en las que todavía no se hayan desarrollado lesiones degenerativas. El tratamiento consiste en liberar el acetábulo de sus tres fijaciones óseas (ílion, isquion y pubis), a continuación recolocarlo en posición correcta y estabilizarlo mediante una placa angulada de osteosíntesis en el ilion. De esta manera se consigue una correcta cobertura acetabular y por lo tanto se corrige la inestabilidad articular.
hola, a mi perro, un perro de aguas que tiene 7 meses le suena un clocoqueto en la cadera izquierda. Sus padres están libres de displasia. Le han hecho unas placas y no están seguros de si pudiera ser displasia. que soluciones tienes y que debe de poder hacer hasta que lo confirmen ?? – gracias.